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ISBN OC : 978-84-9981-705-7
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Metodismo : Nuevo avivamiento protestante

John Wesley, principal impulsor del movimiento metodista


La explosión religiosa que significó el inicio del protestantismo y luteranismo, tuvo efectos a largo plazo y en diferentes épocas, en su momento marcó un modelo a seguir, sin embargo para inicios del siglo XVIII, la apatía y la monotonía de los sermones religiosos protestantes, como de las ceremonias anglicanas, habían desanimado a muchos feligreses, quienes veían la religión como una obligación de fin de semana y poco más. Pero lo surgido en el siglo XVIII, por otro movimiento iniciado en una universidad inglesa, vino a significar otro modelo de cristianismo que ha influido en muchos movimiento religiosos hasta nuestros días, y ha influido mucho en la manera de vivir el cristianismo.

Todo comenzó cuando un grupo de universitarios de Oxford, fundó una especie de orden a la que dieron el nombre de "Santo Club". El grupo originalmente estaba formado por los hermanos John y Charles Wesley, James Harvey, quién se convertiría en un escritor de fama y otros dos personajes de los que poco más se sabe, Robert Kirkam y William Morgan. Con el tiempo se les uniría George Whitefield. El propósito de estos jóvenes era preservar la limpieza moral y espiritual, que según observaban se iba desmoronando en la Inglaterra de la época. Según parece solían practicar ayunos y oraciones a intervalos ordenados de tiempo, además de un metódico estudio de las escrituras. Esos fueron solo inicios de lo que más tarde convirtieron en un movimiento que creció como pocos en un periodo relativamente corto de tiempo.

John Wesley, nació un 17 de Junio de 1703, en el seno de una familia numerosa, compuesta por Samuel Wesley, un ministro de la Iglesia Anglicana y su esposa Susana Wesley, quien provenía de una devota familia y además de John y Charles, habían tenido otros diecisiete hijos. John había sido el quinceavo, aunque como era común en aquellos tiempos, sobre todo en una familia de no muchos recursos, John perdió a diez de sus hermanos, antes de hacerse adulto.

Su madre al parecer le inculcó aprecio por la Biblia, ella se encargó de la educación de todos sus hijos, a los que enseñó a leer y escribir, aparte de las historias bíblicas y otra materias básicas. Algunos de los hijos de los Wesley, sobresalieron como estudiantes aplicados, entre ellos Charles y el propio John. Por ello su padre pensó que debían recibir estudios universitarios y los envío, primero a la universidad de Chaterhouse y luego en Oxford, donde pronto John resaltó por su carácter de líder espiritual. Poco tiempo después también ingresa allí su hermano Charles, cuatro años menor y este es quién funda en 1725 el famoso club universitario, al que pronto se une su hermano John; en un principio, el club, formado por algunos de los estudiantes más serios, se reunían para orar, para estudiar la Biblia, y comentar sobre lo que habían leído y meditado. Otros estudiantes en son de burla apodaron al grupo como "el club santo", pero ellos aceptaron de buena gana el nombre.

En 1732 ingresa en la universidad George Whitefield, un joven enérgico y con grandes cualidades para la oratoria y la actuación, aunque poco religioso al principio, pronto da un giro en su vida al leer el libro Una Llamada Seria a una Vida Devota y Santa de William Law, esto le hizo reflexionar y provocó en el una llamada hacia lo espiritual y un interés inusitado hacia lo religioso. Pronto muestra su interés por el club de los hermanos Wesley y se une a estos, compartiendo ideología, y dando al grupo un toque de más actividad religiosa, así pronto añaden los ayunos y otras meditaciones a los actos del club.




<----George Whitefield, nació en 1714, hijo de un mesonero que administraba una posada en Gloucester, Inglaterra. Con tan solo dos años queda huérfano de padre y su madre se encarga tanto de su educación, como de la posada. A una edad temprana, descubrió que tenía pasión y talento para la actuación y el teatro, su madre pensaba para ese entonces que su hijo se dedicaría a la farándula. Por ello hizo esfuerzos por darle una buena educación y lo matriculó en el Crypt School de Gloucester, mas tarde lo enviaría a la universidad de Oxford. Debido a que era una familia mas bien pobre y la matricula de Orxford era muy alta, ingresó en una modalidad que para aquel tiempo era aprovechada por los estudiantes de escasos recursos, entró como "Servitor", aquello significaba hacer servicios especiales a otros estudiantes que le pagaban por ello, entre otras cosas, se encargaba de despertarles, llevar sus libros y otros servicios humildes.

Poco antes de que John Wesley se doctorase en Oxford, con cerca de 29 años, y Charles con 24, George se les une al entrar a formar parte del Club. Nada más terminar sus estudios en 1735, comienza su vida devota al ser nombrado ministro de la iglesia anglicana por el obispo de Gloucester. El estilo de dar los sermones, no dejó indiferente a nadie y pronto Whitefield, se haría famoso por sus enérgicos discursos, llenos de emoción, un estilo, desde luego ajeno a la seriedad y sobriedad del anglicanismo, pero al parecer esto atraía a numeroso público, pero no gustaba a los obispos. Luego llegaría un oportuno viaje a América, aprovechando una situación que preocupaba a los dirigentes de la iglesia Anglicana. En 1698, Thomas Bray, el obispo anglicano de Londres redactó un informe sobre el estado de la Iglesia anglicana en las colonias americanas. Aquel informe  dio cuenta de como la Iglesia anglicana en América tenía poca vitalidad espiritual y estaba en una condición pobre y carente de organización. Por ello se solicitó organizar un sistema para poder fortalecerla por medio del envío de pastores y ministros que atendieran y expandieran el anglicanismo frente al significativo aumento de bautistas, congregacionistas y cuáqueros.

Así, en 1702 el rey Guillermo III, firmó la institución de la conocida entonces como Sociedad para la Propagación del Evangelio (USPG), cuyo propósito era organizar y mantener una iglesia unida con la de Inglaterra. Desde entonces, se envió de forma regular ministros y misioneros para abrir y establecer iglesias aunque con el tiempo ese núcleo de anglicanos en América formarían la mayor parte de lo que se llegó a denominar la Iglesia Episcopal americana, con una linea de obispos a la manera católica, pero con enseñanzas mezcla del luteranismo y anglicanismo.

De esa manera los hermanos Wesley para el año 1735, al tiempo en que Whitefield fue nombrado ministro anglicano, fueron enviados por la sociedad USPG para abrir y apoyar las iglesias en Georgia. Pero una experiencia angustiosa en el barco en el que viajaban, los puso en contacto con un grupo de hermanos moravos que viajaban huyendo de las persecuciones de Europa. La situación según cuentan fue la siguiente, al parecer, junto a los Wesley, viajaban un buen grupo de ministros anglicanos, y otros numerosos viajeros entre los cuales destacaban un nutrido grupo de Hermanos moravos procedentes de Alemania, a los que los demás tripulantes trataban con desprecio, sin que estos demostrasen un ápice de rencor. Sucedió que de pronto acaeció una tremenda tormenta y cundió el pánico entre los tripulantes del velero, excepto entre los moravos, quienes guardaron la compostura y mantuvieron una calma y una serenidad, que atrajo la atención del joven misionero anglicano.

Así pronto se estableció una buena amistad con estos, lo cual familiarizó a John con algunas de sus creencias, pero también con algunas de las enseñanzas de Lutero, puesto que para ese tiempo el grupo de moravos mayoritarios, a los que pertenecía el grupo en cuestión prácticamente habían abrazado el luternismo., es posible que incluso hayan tenido cierto acercamiento a las tesis del pietismo de Jakob Spener.

John fue enviado a la ciudad de Savannah en Georgia como capellán. Al parecer el anterior capellán había dejado el listón muy alto o lo contrario, había dejado un mal sabor de boca en los feligreses, así que se encontró con una respuesta fría y poco alentadora, de tal manera que se desanimó en gran manera. Las conversaciones con los moravos y la decepción por el resultado de su viaje, hicieron que John Wesley dudara de su continuidad en la obra. Su hermano Charles, quien desempeñó el cargo de secretario del gobernador Oglethorpe se vio en dificultades por enfrentarse a los métodos del gobernador, quién poco tiempo antes había prohibido la esclavitud en sus tierras, pero no por convicciones liberales, sin para evitar la huida de muchos esclavos africanos a Florida, atraídos por la oferta de los españoles que les prometían la libertad si huían del norte, como estrategia para debilitar a los estados norteños, el resultado de la decisión de Oglethorpe, fue que mucha de la mano de obra en los campos de algodón escaseó y los colonos tuvieron que empezar a pagar asalariados, con lo que la economía de la zona se resintió, claro que la libertad de los africanos fue bien vista por gran parte de la población. Sin embargo por otro lado los ciudadanos consideraban al gobernador como un dictador, quién jugaba con los bienes de la comunidad como si fueran suyos, en referencia a la ley de libertad de esclavos. Charles apoyó a los esclavistas en contra del gobernador, lo cuál le trajo serias disputas. Entretanto llegó a la ciudad George Whitefield, para servir como ministro en la iglesia local, con nuevos brios Whitefield, quiso despertar la espiritualidad local y casi lo consiguió, por lo menos sus sermones hicieron llenar la iglesia, además estableció un orfanato, "Bethesda Orphanage, que aún existe hoy día. Sin embargo se unió a Charles Wesley en su particular disputa con el gobernador y por ello hubo de abandonar al siguiente año la obra empezada allí, junto a los hermanos Wesley. De nuevo en Inglaterra, se propusieron dar un cambio a la Iglesia Anglicana y hacerlo desde el púlpito, las ideas protestantes de los moravos, habían influido en su enseñanza, en el caso de John Wesley, empezó a conocer los escritos de Jacobo Arminio y dichos escritos influyeron en gran manera, le hizo pensar en la necesidad de acción pues no había salvación general solo por ser miembro bautizado de una iglesia, como aseguraban los anglicanos, ni un grupo de escogidos para la salvación como enseñaba el calvinismo, sino se necesitaba una voluntad y acción del individuo que lo acercara a Dios, empezó a utilizar la expresión nacer de nuevo, como la clave para la salvación. Mientras ellos continuaron reuniendose, haciendo ayunos y meditaciones, tal como lo hicieron en la universidad. Pronto los métodos y enseñanzas de Wesley y los sermones de Whitefield, llamaron la atención de las autoridades eclesiásticas y fueron criticados duramente.

Algunos burlonamente empezaron a llamarles metodistas, nombre que más tarde aceptarían cuando se convirtieron en confesión religiosa. Pronto se vieron buscando lugares propios para sus predicaciones, llegando como era el caso de Whitefield, a organizar discursos al aire libre, donde congregaba a cientos y en algunos casos a miles de personas que se emocionaban con sus fervientes sermones. Se dice que en Bristol unas 20.000 personas, en su mayoría trabajadores pobres y rudos se apiñaron para oírlo en algunos de sus sermones, no se sabe si fue allí o en otro lugar donde el propio John Wesley observó como las lágrimas incontenibles de muchos, las convulsiones y las expresiones destempladas de alegría o arrepentimiento mostraron visiblemente la manera en que esas personas fuertes y de mala fama eran conmovidas de manera profunda por las fervientes palabras del Whitefield. Muchos hablan de un nuevo avivamiento vivido por John en el año 1738, junto a los hermanos moravos, como el inicio de su ministerio y de su nueva fe. Pero es difícil establecer cuando dio un giro radical su vida, en cualquier caso empezó en su Inglaterra natal y no en América. Su creencia principal era que una vida disciplinada hacía que uno agradara a Dios. Con el tiempo se establecieron ciertas pautas básicas, que identificarían su obra : La oración intensa, la predicación de la Palabra de forma contundente y viva, manifestaciones sobrenaturales, y una involucración mayor de los creyentes en el ministerio.

Aunque al principio este sistema funcionó y movió a las masas, con el tiempo el celo predicador y la participación activa de todos los miembros en el ministerios decayó. No así la emotividad de las reuniones metodistas que fueron a mas y evolucionaron hacia campos de mayor emoción con el surgimiento de movimientos pentecostales, dentro del seno de los metodistas mas radicales. Aunque realmente John Wesley no pretendía organizar un nuevo movimiento separado de la Iglesia, de hecho no fue hasta pasado la década de los 70 que se estableció la separación absoluta y fue a raíz de ciertos acontecimientos en el nuevo continente.

Lo cierto sin embargo es que para aquellos primeros años, fueron los propios líderes anglicanos quienes se encargaron de separar a los metodistas y alejarlos de las iglesias y templos, haciendo que estos se acercaran la población de forma más directa en las reuniones multitudinarias que organizaban en el campo al aire libre, donde mostraban el verdadero espíritu del metodismo. Pero aquellos miembros iniciales no compartían completamente todas sus ideas, es más, alguno de ellos, como Charles Wesley no quería verse apartado de su iglesia, ni estaba dispuesto a abandonarla y ser considerado hereje. John y George, si estaban dispuestos asumir aquello con todas las consecuencias, aunque este último no compartía las ideas arminianas de John y discutían a menudo sobre ese asunto.

Pronto, pese a las discrepancias, se vieron como evangelizadores itinerantes a la manera de George Fox y su movimiento cuáquero, estableciendo en varios lugares de la Inglaterra rural, iglesias en las que a menudo construían ellos mismos el centro o lugar de reunión, en algunos casos con habitaciones, pensando en los siguientes pastores itinerantes. En algunos de esos templos, establecían aulas para ser utilizadas como escuelas, para enseñar a leer y escribir a una mayoritaria población analfabeta, con el fin de que pudieran leer la escrituras. También prepararon a otros miembros del grupo con mas experiencia para la obra que ellos hacían, ya que se había hecho tan grande que no podían solos. Así formaron a muchos ministros laicos, el propio Whitefield, a finales de los cuarenta, logró establecer en Gales con ayuda de algunos de estos ministros laicos a los que el preparó, establecer la que se llegaría a conocer como la Conexión metodista o Iglesia metodista calvinista, con él como líder.

Durante un periodo de tiempo estas disputas sobre la predeterminación de los fieles, crearon un distanciamiento entre ambos líderes, pero nunca se guardaron rencor, de hecho el propio Whitefield, quiso que su funeral fuera dirigido por Wesley. Gracias a su buena educación universitaria, John Wesley, pudo escribir muchos libros y folletos, sobre diversos temas, por supuesto en su mayoría teológicos. Ese método de la escritura, si bien no era nuevo, le valió para ampliar su campo de acción, estableciendo su propia editorial, con el fin de hacer libros económicos al alcance de cualquiera, aquello le supuso unos buenos ingresos que le sirvieron para relanzar aún más su obra evangelizadora.





<------Charles Wesley, muy a su pesar siguió a su hermano en ese camino sin retorno que significaba abandonar su Iglesia y ser llamado loco fanático, o metodista; su principal contribución al nuevo movimiento fue en la composición de himnos, puesto que no tenía las dotes de dirección de su hermano John, ni la elocuencia de George Whitefield, pero escribió multitud de canciones religiosas, se dice que cerca de seis mil himnos, algunos de los cuales todavía se cantan en muchas iglesias metodistas y en numerosas confesiones evangelistas, entre ellas destacan "Cariñoso Salvador", "Oíd un son en alta esfera" "Tocad, trompetas ya" "Sólo excelso amor divino" , "Ved del cielo descendiendo" "El Señor resucitando". Otro de los grandes músicos de su tiempo, George Frederic Händel, puso música a algunos de sus himnos. También Charles fue autor de 63 libros de poesías, material que forma parte de su monumental Wesleyan Hymn Books compuesto por 13 volúmenes, y reagrupado entre 1868-1872, siendo considerado uno de los más prolíficos poetas y escritores en lengua inglesa en su tiempo.

Algunas de las frases importantes que Wesley dio en sus sermones, vale la pena destacar esta : "De toda predicación, la que generalmente se denomina predicación evangélica —una arenga aburrida, o aun animada, sobre los sufrimientos de Cristo o la salvación por la fe, sin inculcar fuertemente la santidad— es la más dañina." (Sermones de Wesley, T1)
Esto muestra la importancia que Wesley le dio no solo al uso de palabras altisonantes sino que movieran a la acción y a los actos prácticos en la vida de los súbditos.

En poco tiempo el Metodismo llegó a constituirse en un movimiento poderoso, que pretendía transformar la vida religiosa de toda de Inglaterra. Fueron muchos los que vieron una nueva luz en los discursos de Wesley y Whitefield, este último con su potente voz, (según algunas fuentes en alguna ocasión llegó a congregar hasta cerca 80,000 personas), y su capacidad de cautivar las emociones y mover a las masas a una conversión sencilla. En aquellas reuniones multitudinarias no había bautismos, en masa, como en el caso de los anabaptistas, pues los metodistas aceptaban el que habían contraído en la niñez en sus propias iglesias, y sus enseñanzas poco diferían de cualquier iglesia protestante, pero motivaban a la gente a la acción.

Mientras tanto, John Wesley, se dedicó a organizar la nueva iglesia, empezó creando ciertas "clases" o "bandas", nombrándoles "predicadores locales" y "guías de clase". Según se dice, su sistema se parecía al de los jesuitas y sus pequeñas comunidades o agrupaciones. Una vez al año, Wesley los convocaba a una "Conferencia" donde se daban sesiones de instrucción en las doctrinas del movimiento y en la conducta y obra que se esperaba de los "Metodistas," de esa manera los ministros metodistas impartían dicho método en sus respectivas parroquias.

Una famosa oración de institución religiosa es la que a continuación exponemos de entre los documentos de Wesley, que es utilizada como liturgia en ocasiones especiales dentro de la adoración formal metodista : Cristo tiene muchos servicios para ser hechos. Algunos son fáciles, otros son difíciles. Algunos traen honor, otros traen reproche. Algunos calzan con nuestras inclinaciones naturales e intereses pasajeros, otros se oponen a ambos... Pero el poder de hacer todas estas cosas nos es dado en Cristo, quien nos fortalece.
... Yo ya no me pertenezco sino que soy suyo. Ponme Señor para lo que quieras, ponme el rango de quién tú quieras; hazme hacer, hazme sufrir; déjame ser contratado por ti o ser abandonado por ti, exaltado para ti o humillado para ti; déjame llenarme, déjame vaciarme, déjame tener todas las cosas, déjame no tener nada; libremente y de todo corazón ofrezco todas las cosas a tu placer y disposición...:
El metodismo insiste en la santidad bíblica que según explican, implica mucho más que piedad personal, el amor de Dios siempre está unido con el amor al prójimo, una pasión por la justicia y la renovación de la vida en el mundo, ello lo dejó patente el propio Wesley y Whitefield, al hacer numerosas obras hacia los mas desfavorecidos, y es una de las cosas que todo metodista debe tener en cuenta.

Por otro lado, en lo doctrinal, pocas novedades aportaría y pocas o casi ninguna capa de tradición no cristiana vino a quitar el movimiento de Wesley. El metodismo comparte la creencia aceptada por católicos, anglicanos y protestantes de la Trinidad: Dios Padre, Dios Hijo, y Dios Espíritu Santo. El alma inmortal, el infierno de fuego, el cielo como destino de todos los fieles. En realidad, no hay muchas diferencias con respecto a cualquier otra confesión surgida del anglicanismo, como los congregacionalistas o presbiterianos, salvo en algunos conceptos organizativos. También aceptan la Biblia como testigo de la actividad de Dios en la creación, abarcando su intervención misericordiosa en los dramas de la historia, y enseñan la consumación del Reino de Dios en un tiempo futuro. Por otra parte, los metodistas también reconocen los dos sacramentos tradicionales del anglicanismo: el Bautismo infantil y la Comunión. La doctrina metodista insiste también en que la salvación personal siempre implica la misión cristiana colectiva y el servicio al mundo.

En cuanto a organización, los metodistas utilizan los términos "Circuitos," que son formados por un reducido grupo de congregaciones, "Distrito" como una confederación de varios circuitos, y en cada uno de estos estamentos, un dirigente al cargo.

Pero si bien el movimiento para la década de los cincuenta ya estaba formado por varias decenas de miles de miembros, de hecho podría sobrepasar los 140.000, sin embargo recibió un empuje y una independencia total, cuando sus misioneros arribaron a América, donde el metodismo cobró una nueva dimensión.

Tanto John Wesley, como George Whitefield, viajaron en numerosas ocasiones a América, después de su primer y fracasado periplo. Allí lograron organizar pequeñas comunidades, pero fue a finales de la década de 1760, cuando dos predicadores metodistas emigraron a las colonias británicas de América dispuestos a formar sociedades de su movimiento en el nuevo mundo. Uno de los primeros fue Philip Embury quién comenzó su trabajo en Nueva York, pronto, el capitán Webb, del ejército británico, se unió a este y juntos organizaron una sociedad en Filadelfia y en otros puntos de Pennsylvania, así a lo largo de toda la costa este.

Para 1770, dos misioneros más arribaron desde la Conexión Británica, Richard Boardman y Joseph Pilmoor. Poco después, llegaría Francis Asbury, quién a la larga se convertiría en uno de sus mayores impulsores. Asbury reorganizó el trabajo metodista en Delaware, Maryland, New Jersey, New York y Pennsylvania. Fue grande el éxito que tuvieron entre la comunidad puritana, congregacionista y presbiteriana, hasta tal grado que los pastores y presbíteros de estas iglesias se irritaron y hubo muchos y duros enfrentamientos. Casi al mismo tiempo en que Embury comenzaba su trabajo misionero en Nueva York, un ministro ordenado y enviado por la USPG, llamado Robert Strawbridge iniciaba el trabajo metodista en Maryland, donde ordenó y organizó un circuito, entrenando a muchos ayudantes de influencia que se convertirían en los primeros dirigentes del metodismo estadounidense.

Hasta este momento de la historia metodista en la América anglosajona, con la notable excepción de Robert Strawbridge, ninguno de los misioneros o de los predicadores metodistas había sido debidamente ordenado de acuerdo con la tradición eclesiástica anglicana, por otro lado la inmensa mayoría de los adherentes al metodismo americano seguían recibiendo los sacramentos iniciales como el Bautismo y Santa Cena de manos de los ministros anglicanos ya establecidos, puesto que las conversiones al metodismo no obligaban a un rebautizamiento de estos.



Francis Asbury, primer Obispo superientendente de los metodistas americanos.



En el sur la cosa empezó a cambiar pronto, pues según aumentaba el numero de miembros, y de entre estos hubo nacimientos, no buscaban el bautismo en ninguna de las iglesias establecidas, ya sea anglicana, presbiteriana o congregacionista, estos empezaron a celebrar bautizos y otros sacramentos propios, a la manera clásica, pero en sus propias iglesias, cada vez necesitaban menos el contacto con la iglesia de origen.
Cuando surgió en 1775 la guerra de independencia Norteamericana, la mayoría de estos primeros misioneros, abandonaron las colonias. El propio John Wesley animó a tomar esa decisión y por ello muchos misioneros regresaron a Inglaterra o huyeron a Canadá, solo Francis Asbury se mantuvo en Delaware durante todo ese convulso tiempo. Pero el caso es que tan solo se pudo mantener un pequeño circuito de congregaciones metodistas y apenas había ministros que las cuidaran.

En el sur, las cosas fueron distintas y el metodismo al sur de Maryland, ya se había nutrido de ministros nombrados de entre la propia comunidad, no llegó a tener la influencia de la iglesia británica, ni dependió tanto de ella, por ello no sufrió el efecto de huida que tuvieron en el norte. Pero esto causó una fisura entre lo que sería la facción de Asbury, proclive a mantener la unión con la iglesia anglicana, por lo menos a la hora de tomar los sacramentos iniciales, y los predicadores del sur, que no querían nada que les recordara a Inglaterra. Asbury trató de solucionar la crisis convenciendo a los predicadores sureños de esperar una resolución de Wesley con respecto a esta crisis sacramental.
 
La respuesta tardó un tiempo en llegar, no fue hasta 1784 cuando el líder metodista tomó acción, pero lo hizo de forma contundente. Wesley envió al Dr. Thomas Coke, a quién escogió como su sucesor, a la recién instituida nación que a partir de 1776 se llegó a denominar los EE.UU. El propósito de Wesley era formar una iglesia metodista americana e independiente, pero siguiendo las mismas reglas y comuniones que la de Inglaterra. Los circuitos metodistas locales se reunieron a fines de diciembre de 1784, el Dr. Coke tenía órdenes de nombrar a Asbury como primer superintendente geneal de la nueva iglesia, y así se decidió, aunque Coke, compartió esa superintendencia durante un tiempo.

Más tarde también se aceptó el nombramiento de obispos, aunque con ciertas diferencias con respecto al anglicanismo, y del propio metodismo anglicano y galés, de tal manera que a partir de entonces se podría hablar del nacimiento de la Iglesia metodista episcopal. Algo que disgustó hasta al propio Wesley, quien en Inglaterra evitó ese tipo de cargo.

Por esta causa hubo varias divisiones y cismas, sobre todo en el sur, donde no querían aceptar a Asbury y menos un sistema de obispado que les asemejaría a las iglesias católica y anglicana, de las cuales rehuían. Entre los disidentes surgió James O´Kelly, quien se opuso al nombramiento de obispos y en 1793 formó su propio grupo, al que llamó primeramente Iglesia Metodista Republicana, luego quisieron llamarse simplemente cristianos, aunque se les seguía conociendo desde fuera como metodistas; En poco tiempo muchos miembros se unieron a O´Kelly, pero surgieron también disputas en esta nueva agrupación religiosa, una de ellas fue por la introducción de numerosos miembros provenientes de la iglesia bautista, y algunos de influencia calvinista, con los cuales se dio inicio a una serie de discusiones teológicas, sobre lo inapropiado del bautismo infantil o sobre la predeterminación, aquello produjo un cisma dentro de la pequeña comunidad de metodistas republicanos, dando lugar a la creación de la iglesia de New England.

Los líderes de la restauración de New England, como se hicieron llamar, fueron Elías Smith y Abner Jones. Smith fue un predicador bautista, además insatisfecho con el calvinismo, llegó a la conclusión que todos los sistemas teológicos estaban equivocados y que los cristianos deberían ser guiados por la escritura solamente, vio en el metodismo el sistema mas cercano a las escrituras, pero no del todo, por ello decidió romper con este y crear su propia confesión. Abner Jones también influenciado por las enseñanzas de Smith, se convirtió en su principal valedor como predicador. En 1801, Jones organizó una "Iglesia Cristiana" independiente en Lyndon, Vermont. Seis años más tarde la nueva Iglesia tenía 14 congregaciones y 12 ministros. Mientras tanto Elias Smith, en 1808, empezó a publicar una revista llamada el Herald of Gospel Liberty. Los primeros temas de este periódico buscaban la unión entre ellos y los metodistas del sur. Esa lucha por una unión de antiguos metodistas resultó en la formación de la llamada "Conexión Cristiana" a finales de siglo XIX, más tarde uniéndose con los congregacionistas en 1931, se formó la Iglesia Cristiana Congregacional y finalmente en 1957 se unieron a las iglesias evangelistas reformadas, dando lugar a la Iglesia de Cristo Unidas, pero en todos estos esfuerzos y uniones iban quedando fuera otros miembros que formarían sus propias iglesias de carácter evangelista, con fundamentos metodistas.

Si bien los metodistas no daban excesiva importancia a las enseñanzas, mas bien al estilo de vida y las normas morales y de conducta y piedad, sin embargo con el tiempo se dio inicio a un sistema de unificación y orden en sus enseñanzas. E,n 1834 se abrieron seminarios y en 1890 se fundó en Washington D.C, una universidad metodista. Pero eso hizo surgir también algunas disidencias, por ejemplo en 1840, después de varios intentos por permanecer dentro del metodismo oficial, surgieron varios ministros que veían como el sistema original de Wesley y la fuerza y empuje de Whitefield, iban dando paso a una frialdad, que en nada se parecía a aquellos inicios, por ello Hugh Bourne y William Clowes, dimitieron de sus cargos en la iglesia y formaron lo que ellos denominaron la Iglesia Metodista Primitiva. Los metodistas primitivos fueron un intento por restablecer los originales patrones dados por Wesley. Por la misma razón surgieron la Nueva Conexión Metodista, y los Cristianos de la Biblia que se separaron de la Conferencia principal; más tarde estos grupos se unieron en dos fusiones una en 1907 y otra en 1932, con los metodistas británicos, quienes no tenían obispos, para formar la Iglesia Metodista en Gran Bretaña, que hoy tiene cerca de 800.000 miembros.

Por oposición al sistema obispal, también posteriormente en 1830, una minoría fuertemente liberal formó la Iglesia Protestante Metodista.
Otro asunto que significó división entre el metodismo fue la esclavitud, ya vimos como el propio Charles Wesley, tuvo sus desavenencias con el gobernador de Savanna al respecto de los esclavos, el propio Whitefield, también apoyó la esclavitud, incluso el mismo poseyó algunos que fueron utilizados en su famoso orfanato.
Aunque su hermano Charles apoyó durante un tiempo el uso de esclavos, posteriormente John Wesley se opuso al trato inhumano de las personas y llegó a decir sobre esto lo siguiente : " ser esclavista es totalmente incompatible con la misericordia, es casi demasiado claro para necesitar una prueba. De hecho, se dice, "que los negros son presos de guerra salvados de ser muertos en sus tierras por nuestros capitanes y los por ello los compran, simplemente para salvarlos de ser condenados a muerte. ¿Y no es esta misericordia? preguntan. Yo respondo, ¿Es misericordia, apoderarse de hombres, mujeres y niños, que estaban en paz en sus propios campos o casas, sólo para salvarlos de la muerte? ¿Era para salvar de la muerte, que anularon su mente y voluntad? ¿Quiénes fomentan las guerras, en los países en los que estas pobres criaturas fueron hechos prisioneros? ¿No son los mismos que dicen librarlos de la muerte? (John Wesley: Holiness of Heart and Life)

Sin embargo el que muchos miembros prominentes y conversos, tuviesen esclavos y dada la aportación que este sistema daba a la economía de las zonas donde se instauró, hacía que muchos ministros la permitiesen, incluso algunos de ellos llegaron a tener esclavos africanos, inclusive algunos obispos.

En el sur, la rama principal de la conferencia metodista era favorable a la esclavitud. Dado que los dirigentes septentrionales del metodismo temían mas al cisma con el Sur, estaban poco dispuestos a tomar una decisión clara al respecto. Sin embargo algunos empezaron a predicar entre los africanos que trabajan en los ferrocarriles y tuvieron éxito entre estos. Este grupo empezó a tener una voz más fuerte a favor del abolicionismo. Surgió de esa manera los llamados "Metodistas Wesleyanos", quienes más tarde se les conoció como La Iglesia Wesleyana, a estas se unieron otras minorías de metodistas libres, que fueron formadas por abolicionistas decididos.

Los metodistas libres, por ejemplo, eran particularmente activos en el Ferrocarril Subterráneo, que ayudaba a liberar esclavos fugitivos del Sur. Finalmente, cuando en el norte se empezaba a fraguar la idea del abolicionismo, en un cisma mucho mayor, en Louisville en 1845, las iglesias de los estados esclavistas abandonaron la Iglesia Metodista Episcopal y formaron la Iglesia Metodista Episcopal Sur, de carácter plenamente esclavista. Las ramas del norte y del sur se reunieron posteriormente en 1939, cuando la esclavitud ya no era un tema de debate. En esta fusión también participó la denominada Iglesia Metodista Protestante, no así los wesleyanos. Por otro lado, algunos metodistas del sur, teológicamente conservadores, y fuertemente segregacionistas y racistas, se opusieron a la fusión, y formaron la Iglesia Metodista del Sur en 1940.

Así vemos que el metodismo, si bien no ha aportado nada en sentido doctrinal, si ha sido un intento de hacer del cristianismo algo mas practico, más sentido y más relacionado con las obras y no solo con la fe. Por otro lado el estilo de oradores estridentes y de gran personalidad, ha sido el sello de este movimiento sobre todo por la herencia que dejaron aquellos primeros metodistas, los Wesley y sobre todo Whitefield. Sin embargo, sus divisiones y ramas han dado lugar a numerosos grupos, separados por diferencias ínfimas y que aunque con el tiempo terminan y terminaran por unificarse, crean cierta confusión en el cristianismo. La unificación es la única forma que les queda para sobrevivir como iglesia a la crisis espiritual actual.

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