Obra protegida por derechos de autor

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ISBN OC : 978-84-9981-705-7
Depósito legal: M-20243-2011

Cristianismos en la edad Media

En el siglo VI se inicia la época más oscura, religiosa y culturalmente hablando, sobre todo en Europa, donde el cristianismo floreció en su mayor esplendor, por los menos el nicenico. En África y oriente próximo, fueron primero los donatistas y novacianos, luego el monofisismo con el empuje del imperio oriental, llamado con el tiempo el imperio bizantino, quienes superando en numero a la iglesia salida de Nicea, llevaban la delantera y proliferaban, compitiendo pacificamente por los feligreses. Se fundaron varias iglesias independientes, cercanas al monofisismo, como la Iglesia copta de Egipto, la Iglesia siriaca, algunas de las cualespermanecieron durante siglos. En algunos casos grupos cristianos como los nestorianos, se fueron expandiendo hacia el este, con gran éxito, llegando a la India incluso a China, otros grupos de carácter gnóstico, se fueron refugiando en África, sobre todo en Egipto, y en Siria, en las zonas mas extremas y desérticas, para prácticamente desaparecer, aunque solo en apariencia, pues con el tiempo, como veremos volvería a resurgir el dualismo gnóstico con un gran empuje al finalizar este periodo. En el centro-norte de Europa y sobre todo en España, es el arrianismo convertido en religión estatal por los visigodos, el que domina. Visto así, la caída del imperio romano de occidente, dejó Europa sumida en la desunión y desaparición de una cultura y religión unificada, por la que tanto lucharon los antiguos emperadores, incluido el propio Constantino. Puesto que visigodos, vándalos y otros aparecieron y desaparecieron sin dejar huella, ni apenas cultura, tampoco colaboraron mucho al desarrollo, así el mundo occidental se sumió en las tinieblas y prácticamente se estancó. La iglesia romana dio la espalda a la cultura y sabiduría griega, después de extraer lo que le interesó de esta durante los anteriores siglos, ahora se postulaba como su principal enemiga.
El poderío de la iglesia, aunque no hizo que se abolieran inmediatamente las escuelas romanas o las faideas griegas, pero de alguna manera si colaboró al bajo nivel académico en la educación de la alta edad media, hasta el grado de prohibir enseñanzas fundamentales para el avance científico y tecnológico. Empezando por las escuelas filosóficas, utilizadas al principio por el propio cristianismo, fueron sustituidas por las llamadas escuelas cristianas, donde las letras y ciencias griegas se abandonaron. De hecho el griego como idioma, prácticamente desapareció, arrinconado en la península helénica, en la que fue su cuna. Se mantuvo algo la escolástica en las ciudades, pero desapareciendo totalmente en el campo. Por otro lado, debido a la inestabilidad e inseguridad ciudadana en el interior del imperio, ello conllevó a la des-estructuración de las grandes ciudades, incluso el casi abandono de algunas de ellas, causado sobre todo por las constantes invasiones por parte de los bárbaros, los vikingos en el norte y la penuria económica debido a las constantes guerras entre el oriente bizantino, el centro ostrogodo y el occidente visigodo, todo ello propició una huida de población hacia el campo o la formación de pequeñas aldeas, que con el tiempo se convirtieron en minúsculos feudos. Al pasar el tiempo surgirían en estos minúsculos feudos, la clase de los nobles, quienes en principio jugarían el papel de protectores, pero después se convertirían en los señores a los que la población se vería abogada a servir casi a modo de esclavitud. Esas pequeñas urbes gobernadas por ellos y para ellos significó el inicio de un estancamiento casi radical en el progreso alcanzado hasta entonces, pues significó la ruptura con los grandes núcleos de población y la escolarización solo obtenida en las grandes ciudades ahora venidas a menos, prácticamente fue abandonada.
Esas fueron algunas de las razónes por la que pocos sabios cristianos surgirían en esa época, la mayoría sobrevivieron de la lectura de los grandes escritores cristianos de los siglos II y III, aparte de los escritores bíblicos del siglo I. Pero incluso esto último se fue abandonando, pues la vulgata, se convirtió en la Biblia oficial, la única que se podía usar y solo en latín. Con lo cual, francos, provenzales, germanos y otros idiomas que se empezaron utilizar por la gente común en las diferentes tierras del extinto imperio, no podían entender las escrituras si no aprendían latín, y como la enseñanza era algo limitado a nobles y personas de la alta sociedad, la mayor parte del pueblo era ignorante de todo. La predicación y el testimonio personal, desapareció conforme la iglesia se hacía grande y obtenía poder político, se hizo una limpieza ideológica importante, destruyendo libros y toda clase de textos, que no fuesen los aprobados por la iglesia. Por ello pocos grupos disidentes salieron en aquella primera etapa de la edad media, los que lo hicieron prosperaron poco y los que ya existían, al carecer del apoyo cultural, de la escritura, y del apoyo gubernamental, fueron perdiendo su legado y sencillamente fueron pasando la enseñanza de forma oral. La mayor parte de la gente era cristiana por imposición.
El camino que siguieron otros grupos cuya religiosidad no dependía de rituales tradicionales, sino del conocimiento y convencimiento propios, tenían los días contados, pues era cada vez mas difícil poder transmitir ese conocimiento a las siguientes generaciones, si no se podía alcanzar la base, la lectura y escritura. Así, se convirtió en terreno perfecto para que con el tiempo muchos fueran absorbidos por la aplastante mayoría de católicos a los que tan solo se les pedía ir a misa y pasivamente escuchar los sermones litúrgicos en latín. En Oriente no irian las cosas mejor, para el siglo VIII, Leon III, impuso un edicto por lo que los judios y montanistas debían ser bautizados bajo pena de muerte, desde luego no corrían buenos tiempos para los que ahora eran minorías. Surgieron además por esa época las enseñanzas de un infierno de fuego donde los malos y los que abandonaban el catolicismo, iban a sufrir eternamente, esto influyó en una población temerosa y desconfiada de todo lo que podía sonar a herético.
En esta época surgió y prosperó el Islam, los únicos que en esa oscura época insuflaron algo de cultura, que pudo filtrarse a occidente. Pero con la venida de estos también sucumbieron y fueron ocultadas de la historia las minorías cristianas de África y oriente medio, que apenas habían resistido la presión de la iglesia de Roma y la bizantina. Con la llegada a África y España, de las ordas musulmanas, novacianos, donatistas, montanistas, y muchos grupos gnósticos, desaparecieron o fueron ahogados en el ostracismo del silencio, pero curiosamente, como veremos no por la oposición o intolerancia musulamana, sino por otras razones menos conocidas.
También veremos detalladamente como surgiría la era dorada de los monasterios y de los monjes eremitas, grupos de cristianos que decidían dedicarse al estudio, la lectura y la oración. Por todas partes surgirían ordenes monásticas, al principio basadas en el camino marcado por Agustín de Hipona. Mas adelante otros se encargarían de poner orden y normativas a estos grupos de monjes, lo que con el tiempo se convirtió en arma de doble filo para la iglesia, pues de muchos de estos monasterios surgieron los que con el tiempo recuperarían las pequeñas ramitas de trigo, que las escrituras habían protegido en sus paginas y letras.

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